martes, 20 de febrero de 2007

¿La tecnología está a nuestro servicio… somos los jefes?


Creo que todos coincidimos en cuánto ha contribuido la tecnología a mejorar nuestra calidad de vida… aquellas máquinas de escribir, donde debías repetir todo el documento una y otra vez, esos teléfonos donde salías de casa…. y tenías que dejarlo alli, perdiendo el contacto con el resto del mundo. Las cámaras de fotos, cumpliendo siempre con la peregrinación a la tienda para revelar el carrete.. y ver por fin si aquella foto que hiciste te pilló con los ojos abiertos o cerrados. Es evidente que podríamos encontrar miles, que digo, millones de ejemplos más. Pero nuevos tiempos quizá también creen nuevas dependencias. El ser humano, conquistador por naturaleza, se siente orgulloso de toda esa tecnología que crea, y que está “a su servicio”… somos los jefes y esos pequeños aparatitos nuestros serviles esclavos… ¿ o no?
¿Alguien me puede decir que siente cuando en medio de una divertida conversación de msn uno se queda sin conexión al servidor?, ¿ y que puedo hacer si en plena noche tengo un pinchazo con el coche… y no tengo batería en mi teléfono móvil? ¿dios, como puedo llegar a esa calle del centro, ahora que mi gps no conecta con ningún satélite?.... No sólo nos irritan estas situaciones, es que ya no sabemos cómo actuar.. o mejor dicho, como actuábamos cuando no teníamos msn, ni teléfono móvil, ni gps, ni tantas otras cosas. Por poner un ejemplo, ya no recordamos nuestros paseos a la cabina del teléfono para hablar por la noche cuando nos encontrábamos fuera de casa por vacaciones… hemos olvidado como se hacía (y también han quitado las cabinas.. todo hay que decirlo).
El ser humano es olvidadizo, olvida la historia, olvida la función de la naturaleza, olvida cómo son las relaciones humanas.. lo olvida todo… todo aquello que le resulta trabajoso o desagradable o simplemente incómodo. Creamos tecnología para facilitarnos la vida, pero olvidamos cómo vivíamos antes de tenerla, y eso es definitivo para saber que cuando alguna de esa tecnología falla.. no estamos en caida libre hacia el más profundo de los abismos que conectan con la edad de las cavernas… solo estamos como hace 5, 10 ó 15 años… y sí, os puedo garantizar (y para corroborarlo, solo basta que hagais un poco de memoria) que sobrevivíamos… y bastante felices si me apuras. Entonces decidme: ¿quién consiguió esclavizar a quién, nosotros a la tecnología … o ella a nosotros con nuestra memoria de pez?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para empezar: no siento nada de nostalgia por la cabina del teléfono, gracias a dios que exista el móvil. Y cuando se corta la corriente mientras estás hablando por Messenger sientes lo mismo que uno del siglo 19 sentía cuando se le rompía la pluma. Otra cosa que las tecnologías de hoy crean otro tipo de relaciones entre personas. En la red nos encontramos amigos y hasta amantes a quienes ni siquiera nos planteamos ver algún día personalmente en la vida real. A veces una persona se crea una imagen tan valiosa y guapa que luego tiene miedo aparecer ante su interlocutor con todos los “desperfectos” que tiene. Algunos se presentan en Internet como superatrevidos y liberales, pero en la vida normal resultan más tranquilos y más tradicionales. Hay gente que en Internet ha encontrado buena oportunidad para expresar sus ideas perversas y no hace más que masturbar ante la cámara web todas las noches, en vez de buscar relaciones con las personas de carne y hueso, lo último es más complicado y requiere fuerzas psicológicas y tiempo libre.. Y bueno, así nacen las relaciones que no son muy saludables para la vida de la sociedad, y de cada unidad de esta sociedad, o sea la pareja y la familia. Reconozco que he hiperbolizado un poco. Claro, que hay gente normal en Internet, y charlar y bromear con unos amigos de Internet no es tan insano, todo lo contrario, te relaja, te ayuda formar tu opinión, te inspira nuevos ideas para tu trabajos, lo que sea. Pero ¿dónde está la frontera, margen, hasta que puedes confiar de tus amigos virtuales y quererlos y? es que a veces se puede perder el sentido de realidad..

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo completamente en que la tecnología nos exclaviza, pero... que viva como dictadora mil años más si cabe! Me apasionan las máquinas con botoncitos, las ventanas a un mundo lleno de imágenes, el estar más cerca de la gente a la que quiero... Es cierto que me entró morriña al recordar aquellas salidas a la cabina de la esquina en casa de mis abuelos, desde la que hablaba con mi niño a cientos de kilómetros de distancia, sin importarme si me veía la gente el poner las caras de cordera al ir tragándose esa maldita mis monedas... Por supuesto, desconocidos...jajaja, los cercanos pueden usarlo en tu contra! ;)
El móvil te acerca, y a la vez te aleja, porque ahora muchas veces llamamos por compromiso... antes se te iba la vida en esos escasos metros a la esquina de la calle!!! Pero que levante la mano quien no ha podido localizar a un amigo con el móvil en un triste instante para llorar sobre su hombro...
En fin, que viva lo nuevo, pero que también viva lo viejo. Yo al menos, no olvido.

Anónimo dijo...

CA, te estás relajando... a ver si escribimos un poquito más a menudo...
Ocurre que los demás "encontramos aquí una excusa para dedicar tiempo a una pasión, escribir, y a un defecto, darle vueltas a todo..."
;)