lunes, 30 de julio de 2007

Hoy en día es imposible estar solo


Estamos en el periodo de la globalización. Todo esta cerca. Las distancias físicas se acortaron. La información fluye a millones de bits por segundo entre una punta y otra del planeta. Tenemos a todas las personas que significan algo en nuestra vida a sólo un clic de un móvil que llevamos en el bolsillo.
Parece casi imposible buscar un lugar donde perderte para estar tranquilo o que nadie de la empresa te pueda localizar ese día que te pides vacaciones (eso si eres de los que resiste sin llamar de vez en cuando para ver cómo va todo.. aún sabiendo que te impedirá hacer lo que querías… desconectar). Y en este panorama idílico para comunicarnos y acercarnos… ¿ porque nos sentimos tan solos a veces? ¿de qué depende que puedas sentirte totalmente acompañado con una persona.. o tan solo en medio de una multitud?. Posiblemente por algo que esta por encima de la comunicación sin mas, algo que podríamos llamar… no sé…la conexión. Esa sensación de que conectas con la persona, de que la conoces hace siglos.. , una comunicación sin palabras muchas veces, con gestos, suspiros, gruñidos … o una sola levantada de cejas mostrando sorpresa o una sonrisa mostrando alegría o gratitud. Esa persona lo cambia todo. La diferencia es que no te habla sin más, no es nada comparado con eso… es mucho más… llena tu espíritu y te completa como persona. Ese familiar, ese amigo, esa pareja… pueden ser tan diferentes como el viento o el león, pero siempre hay un punto intermedio donde entran en contacto y se complementan, se dan cobijo en sus miserias y multiplican el disfrute de sus alegrías… se hacen crecer mutuamente. Cuando pierdes a una de esas personas (si eres afortunado y tienes más de una), cuando un día te levantas y te das cuenta de que el móvil no te la acercará; pasas de buscar la soledad cuando la necesitas a intentar huir de ella para que no te atrape. Cuando ese momento llega, sólo piensas en aquellos anteriores que tuviste y piensas que podrás también cambiar este y salir de aquí… y es cierto, todo cambia, todo vuelve a mejorar, tu espíritu encuentra las conexiones, tiende los lazos.. o simplemente restablece aquellos que un día se rompieron. La vida es así de simple en el fondo… pero yo os pregunto una cosa: Si es tan simple… ¿por qué no conseguimos dejar de sentirnos tan solos?¿por qué no cambiamos esa sensación según lo dicte nuestra voluntad? Y sobre todo ¿por qué diablos duele tanto?

sábado, 14 de julio de 2007

Las palabras no nos comprometen...verdad?


Hay una canción de Victor Manuel (ufff.. como pasa el tiempo, estas cosas hacen que veas realmente la edad que ya tienes), que decía "a donde van los besos... que no damos...". Estoy de acuerdo con que suena bastante pasteloso, pero asociando ideas me hizo pensar en algo relacionado: ¿ Donde van las palabras que decimos... y que nos cumplimos ?.


¿Donde va el "te querré para siempre", "eres la persona de mi vida", "siempre estaré a tu lado"?. ¿Qué hacen esas palabras cuando el tiempo las deshace, la rompe, las maltrata y las deja en un lado escondidas para que no levanten demasiadas ampollas?

Las imagino en una caja, cerrada, cubierta por encima de polvo.. con una pequeña rendija encima lo suficientemente grande para que puedan respirar y entrar de vez en cuando nuevas palabras, pero demasiado pequeña para poder escapar de allí. Se miran temerosas, cansadas, en silencio, pues de ellas sólo puede salir la expresión que representan y estaría feo que el "te quiero" le dijera algo al "jamas te dejaré"... sobre todo porque ya vieron que esa conversación no llevaba a ninguna parte... y menos cuando la conclusión de esas dos palabras fue encontrarse en una caja abandonada en el lugar mas oculto de ese territorio extenso que es nuestra vida, donde nuestro corazón y nuestra alma de vez en cuando piensan que es hora de desempolvarlas, pero su amiga la experiencia les dice que una vez eran frecuentes, que hasta parecían tener sentido, pero que todo eso solo valió para ayudarle a crecer, para que la experiencia se hiciera un poco mayor, y darle unos hermanitos a la familia de los recuerdos... pero que trajo duras consecuencias.. endureció el alma, castigó el corazón, dañó la ilusión, e hizo al tiempo ponerse manos a la obra para volver toda la situación a su punto inicial... tomando como primera medida llevarse esas palabras al lugar donde ahora están.

El "para siempre" ya no suena igual, sobre todo suena a la melancolía de la inocencia, a ese momento donde pensabas en un "siempre" atemporal e infinito... ahora creo que el "siempre" es voluble, limitado, débil... y que los compromisos que decimos solo expresan ilusiones, y no convencimientos firmes. De todas formas, mejor no sigo con las palabras, no sea que me comprometa demasiado. ¿ Que pensáis... os comprometisteis con palabras que no cumplisteis...? ¿o realmente las palabras no nos comprometen... solo indican ilusiones o deseos?... (de las ilusiones.. ya hablaremos otro día). Saludos.